Estaba lejos . El escándalo interminable de All Blacks-Wallabies, la teoría de un campeón mundial y el video clave
Tim Horan fue uno de los mejores centros que tuvo el rugby australiano en los años ochenta y noventa. Duro, rápido, frontal. Dos veces campeón mundial, en Inglaterra 1991 y en Gales 1999. Oriundo de la ciudad de Dallinghurst, casado y con tres hijos, hoy con 52 años sigue siendo una voz respetada. Y sintió que no podía callarse ante la controvertida definición del inolvidable partido entre Nueva Zelanda y los Wallabies del jueves pasado. Un partido de locos con un desenlace del que se sigue hablando. Con triunfo por 39-37 para los hombres de negro.